Irán y Rusia designan a Bolivia como su principal lugar de inversión y presencia en Sudamérica

Publicado el 2 de mayo de 2024, 22:38

Irán y Rusia han anunciado una mayor extensión de sus inversiones en Bolivia, en las que entran, desde 2007, inversiones en universidades, instalaciones e incluso un reactor nuclear.

Todo comenzó en 2007, cuando el presidente iraní llegó a Bolivia tras años de estancamiento diplomático y siendo el único país sudamericano sin embajada del país islamista. En aquella reunión se firmaron varios tratados que incluían cooperar en hidrocarburos, energía, agricultura e industria. Poco después, el diplomático iraní, Hojjatollah Soltani, anunció que además de la apertura de la sede diplomática se crearía en territorio boliviano la “Radio y Televisión de Irán”. Actualmente, Bolivia cuenta con una embajada de gran tamaño proveniente de Irán, un hospital cerca de La Paz (capital boliviana), y varias inversiones millonarias en universidades y centros de investigación por todo el país.

 

En 2023, los diplomáticos de ambas naciones se volvieron a encontrar, esta vez acordando “Cooperación bilateral en seguridad y defensa”, incluyendo varios tipos de armamento, mejoras en las capacidades de ciberoperaciones y capacitación del personal de las Fuerzas Armadas Bolivianas.

Este tratado no fue solo mal visto por Estados Unidos, sino también por países cercanos como Chile o Argentina. Chile utilizó de excusa el conflicto territorial histórico que mantiene con Bolivia y Argentina mostró su respaldo hacia Israel, enemigo de Irán. Según los dos países sudamericanos “una intromisión de Irán en la región solo produce inseguridad”. Aunque, por otro lado, el ministro de defensa boliviano, Edmundo Novillo, mostró su apoyo a Irán calificándolo de ejemplo científico, tecnológico y como una fuente de seguridad y defensa “para las naciones que quieran ser libres”

Palestina

En enero de este año 2024, el ministro de defensa boliviano visitó Irán en medio de los ataques y el conflicto entre Israel y la franja de Gaza.

Todo se debió a una invitación de Hussein Amir Abdullahian, canciller iraní, al país sudamericano para participar en la Conferencia Consultiva Internacional de Alto Nivel sobre Palestina, con la intención de presionar a Israel para que detuviese sus ataques.

Ese mismo día, el diplomático de Bolivia anunció su “solidaridad” con el pueblo palestino y condenó las “graves violaciones al derecho internacional humanitario” llevadas a cabo por el gobierno israelí, incluyendo los ataques a civiles, periodistas, trabajadores humanitarios, hospitales, mezquitas y el “bloqueo criminal” al ingreso de ayuda humanitaria. 

Rusia

Desde que comenzó la invasión Rusia de Ucrania en 2022, el Kremlin ha ido perdiendo aliados en el continente americano, cosa que no sucedió con Bolivia, que no solo se mantuvo firme en su apoyo al gigante ruso, sino que gracias a la iniciativa de Evo Morales, expresidente boliviano, se estrecharon lazos y firmaron acuerdos con la potencia eslava.

 

Estos acuerdos incluyeron una gran inversión, un reactor nuclear, a 4.000 metros sobre el nivel del mar y con la idea de ser un centro de investigación, ubicado cerca de la ciudad de La Paz, en Lo Alto.

Los primeros componentes para las instalaciones fueron enviados en agosto de 2023, a lo que el presidente de Bolivia, Luis Acre anunció: “Avanzamos por la senda del desarrollo, la ciencia y la tecnología como pueblo digno y soberano. Llegó a Bolivia la vasija y el primer componente del Reactor Nuclear de Investigación, que estará en el Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear de El Alto”. 

El gobierno ruso respondió agradeciendo las palabras, señalando que “Con el apoyo de Rusia, nuestro socio y país amigo, superaremos la brecha tecnológica y desarrollaremos, junto a profesionales bolivianos, tecnologías nucleares para medicina oncológica. También para mejorar la producción de alimentos y la industrialización”.

Al igual que Teherán, Rusia seguramente tenga motivaciones estratégicas, pues además de mantener su aliado en Sudamérica, el acceso a los recursos naturales presentes en Bolivia como el litio y el uranio es una baza que podrían jugar a su favor.

Según el Departamento de Inteligencia de Lituania, “Rosatom ha estado ejecutando proyectos nucleares en el extranjero, mediante la construcción y el mantenimiento de centrales nucleares y el suministro de productos de uranio, que no solo contribuyen al presupuesto nacional de Rusia, sino que también ayudan a su influencia política en el extranjero”.

Ante la presión internacional, el Gobierno de Bolivia ha mantenido su postura, pues afirma estar convencido de que los proyectos fortalecerán su territorio, economía e importancia internacional. Esto mientras los países cercanos preparan medidas en caso de conflicto con el país.

 

Alejandro Martínez, El Camarada del Mundo®, 02/05/2024

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