La iniciativa liderada por Reino Unido y Francia para crear una fuerza internacional que garantice la seguridad en una Ucrania de posguerra se enfrenta a un gran obstáculo después de que Donald Trump haya rechazado proporcionar el respaldo militar solicitado, incluyendo defensas aéreas e inteligencia estratégica.
El primer ministro británico Keir Starmer ha insistido en que el respaldo estadounidense es “esencial” para evitar que Rusia viole un posible alto el fuego futuro. «La garantía de seguridad de EE.UU. es la única forma de disuadir eficazmente a Rusia de volver a atacar Ucrania», dijo en febrero. Sin embargo, tras múltiples conversaciones privadas con funcionarios de la Casa Blanca, tanto Londres como París han asumido que el presidente Donald Trump no ofrecerá el tipo de garantías militares que buscan, al menos no por escrito.
Por su parte, la Casa Blanca tampoco ha respondido a las peticiones de comentarios, mientras en Bruselas, el embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew Whitaker, ha señalado que «esperamos que nuestros aliados europeos sigan liderando los esfuerzos para aportar recursos militares y capital político a esta coalición».
Francia y Reino Unido ya habían avanzado en los preparativos, habían definido la estructura, la ubicación y el modo de operación de la futura fuerza internacional, que tendría como misión proteger infraestructuras clave, la costa del Mar Negro y el espacio aéreo ucraniano. Ahora, con la falta de apoyo estadounidense, se verán forzados a congelar la implementación del plan hasta que se reactive un proceso de paz. Ahora consideran que una combinación de fuerzas ucranianas, entrenamiento por parte de aliados, tropas y aviones europeos desplegados en el flanco oriental de la OTAN, junto con patrullas marítimas, podría ser suficiente como red de seguridad.
Washington mantiene su presión para que Europa aumente su gasto militar, Trump ha exigido a los aliados que "paguen su parte", muchos países europeos consideran que el repliegue estratégico de EE.UU. los obliga a asumir riesgos que antes eran compartidos.
En este contexto, la futura cumbre de la OTAN, que se celebrará a finales de mes, será clave. La Alianza tiene previsto proponer un aumento del 30% en las reservas de armamento y equipamiento de Europa y Canadá en los próximos años. Además, se discutirá un nuevo objetivo de gasto del 5% del PIB destinado a defensa y políticas relacionadas.
La llamada “coalición de voluntarios”, impulsada por Reino Unido y Francia, cuenta ya con la participación de unos 30 países, incluidos socios no europeos como Canadá, Australia, Japón y Nueva Zelanda. Sin embargo, según datos de abril difundidos por Bloomberg, solo quince han comprometido el envío de medios como aviones, buques o equipamiento militar. Menos de una decena ha aceptado aportar tropas sobre el terreno.
Anónimo, El Camarada del Mundo®, 05/06/2025. ⌂⌂
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