Un hombre de 48 años ha sido abatido fuerzas de élite tras atrincherarse en su domicilio con su madre y su hermano como rehenes, terminó con la vida de su hermano e hirió a varios agentes antes de ser abatido.
Un trágico suceso ha conmocionado este martes a la localidad de Calldetenes (Barcelona), donde un hombre de 48 años revelado como Ángel M. se atrincheró durante más de seis horas en su domicilio armado con una escopeta de caza, arrebató la vida de su hermano, disparó contra varias patrullas de los Mossos d’Esquadra y acabó siendo abatido por el Grupo Especial de Intervención (GEI) tras una compleja operación. En el asalto, cinco agentes resultaron heridos, uno de ellos en dos ocasiones, aunque ninguno de gravedad. La madre del agresor, que también se encontraba en la vivienda, logró ser rescatada con vida.
El incidente se inició pasada la medianoche del martes, cuando unos vecinos alertaron de que un hombre armado se había atrincherado en su vivienda junto a su madre y sus hermanos. Según fuentes policiales, Ángel M., cazador habitual, cogió su escopeta por causas que todavía se investigan, tras lo cual comenzó a amenazar a su familia. Uno de sus hermanos trató de mediar, momento en que el agresor le disparó.
La primera patrulla de seguridad ciudadana que llegó al lugar fue recibida con disparos de postas desde una habitación con vistas a la calle, lo que obligó a activar inmediatamente a los negociadores de la unidad de secuestros de los Mossos y, poco después, al GEI.
Los negociadores intentaron durante horas establecer contacto con el hombre, tanto de manera directa como por teléfono, sin éxito. “O vosotros o yo”, gritó en varias ocasiones Ángel M., según fuentes policiales, mientras permanecía encerrado con su madre y uno de sus hermanos.
Poco antes de las cinco de la mañana, los GEI lograron acceder a una habitación donde se hallaba la madre, consiguiendo ponerla a salvo. A través de drones y robots, comprobaron además que en otra estancia había una persona tendida, que más tarde se confirmaría como el hermano fallecido.
A las seis de la mañana, al no lograr convencer al agresor para que se entregase y ante el temor por la vida del resto de los ocupantes, el GEI lanzó el asalto definitivo. Ángel M. abrió fuego en varias ocasiones contra los agentes, que respondieron a los disparos abatiéndolo.
Más tarde, la policía identificó del todo el cadáver del hermano, con un disparo en la cabeza, lo que apunta a que fue asesinado por Ángel M. antes de la intervención final. Cinco agentes resultaron heridos a lo largo de toda la operación: tres en el asalto inicial (uno de ellos en prácticas por un rebote de postas) y dos más en la entrada final (uno por segunda vez), aunque todos con pronóstico leve.
El juzgado de guardia de Vic ha abierto diligencias para esclarecer lo ocurrido. La juez de la plaza 2 del Tribunal de Instancia de Vic ordenó a las 12:30 horas el levantamiento de los cadáveres, aunque el caso pasará a la plaza 1 por razones de competencia temporal. Mientras tanto, los Mossos continúan recabando pruebas y realizando una minuciosa inspección ocular en la vivienda, donde se han encontrado numerosos cartuchos de escopeta del agresor y una decena de vainas presumiblemente disparadas por los agentes.
Fuentes del entorno señalan que Ángel M. sufría problemas psiquiátricos agravados por el consumo de tóxicos, un extremo que será clave para comprender el detonante de este violento episodio, que deja un balance de dos muertos y cinco policías heridos en la comarca de Osona.
Anónimo, El Camarada del Mundo®, 09/07/2025.
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