La Fiscalía de París ha anunciado la detención de cinco nuevos sospechosos en la investigación por el robo de las valiosas joyas históricas del Museo del Louvre, perpetrado el pasado 19 de octubre. Aunque el botín robado sigue sin aparecer.
La fiscal de París ha confirmado este jueves que las detenciones se llevaron a cabo en París y su área metropolitana tras una orden judicial emitida por dos magistrados instructores. Según precisó en una entrevista con la emisora RTL, uno de los arrestados era ya uno de los principales objetivos de la investigación, después de que los análisis forenses hallaran rastros de ADN que lo vinculan directamente con el robo. Admitió que las redadas, efectuadas entre la tarde del miércoles y la madrugada del jueves, no permitieron localizar las joyas sustraídas. Las autoridades aceleraron las operaciones tras descubrir que uno de los dos primeros detenidos planeaba huir a Argelia sin billete de regreso, lo que generó el temor de una posible fuga de implicados clave.
Los dos primeros arrestados, encarcelados a principios de esta semana, ya habían sido acusados formalmente y se encuentran bajo prisión preventiva, después de admitir parcialmente su participación en los hechos. Los investigadores sospechan que ambos formaban parte de una red organizada, compuesta por al menos siete personas, con un alto grado de planificación logística.
El robo tuvo lugar la mañana del 19 de octubre, poco después de la apertura al público del Museo del Louvre. Un grupo de individuos accedió a la galería de joyas del Segundo Imperio, donde se encontraban ocho piezas históricas pertenecientes en su mayoría a la emperatriz española Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III. Las cámaras de seguridad captaron imágenes de los asaltantes logrando escapar antes de que se activaran las medidas de emergencia.
Las joyas sustraídas forman parte de una colección que había sido restaurada y exhibida en una sala especial dedicada al Segundo Imperio francés. Su valor de mercado supera los 88 millones de euros, pero su relevancia histórica y simbólica es incalculable.
Expertos en patrimonio, como la historiadora del arte Claire Delaunay, han subrayado que las piezas robadas “son parte del legado cultural europeo y de la historia compartida entre Francia y España”. Delaunay recordó que Eugenia de Montijo, nacida en Granada, fue una figura clave en la corte francesa y símbolo del refinamiento del siglo XIX: “Perder estas joyas sería perder una parte tangible de nuestra memoria histórica”.
La Policía Judicial francesa mantiene abiertas líneas de investigación internacionales ante la sospecha de que las piezas puedan haber sido trasladadas al extranjero para su venta en el mercado negro. Los investigadores no descartan vínculos con bandas especializadas en robos de arte, algunas de ellas con conexiones en Europa del Este y el norte de África.
Anónimo, El Camarada del Mundo®, 31/10/2025. ⌂⌂
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