Nueva Caledonia se ha convertido en uno de los focos principales de conflictos internos de Francia tras las últimas noches de disturbios que ya dejan 4 muertos y cientos de heridos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha declarado el estado de alarma en respuesta a la creciente agitación en Nueva Caledonia, un archipiélago del Pacífico afectado por una serie de revueltas violentas.
Esta decisión se produce después de que el territorio autónomo se viera sacudido por una segunda jornada de disturbios que resultaron en tres muertes y cientos de heridos, incluida la de un joven gendarme de 22 años que recibió un disparo fatal en la cabeza durante los enfrentamientos en la localidad de Plum.
La situación en Nueva Caledonia ha alcanzado niveles críticos, con edificios incendiados, saqueos y enfrentamientos continuos entre los manifestantes y las fuerzas del orden.
La reforma constitucional es el centro de la controversia, pues busca alterar el censo electoral, lo que ha generado una profunda división y descontento en la población local. Esta medida, vista como una amenaza a la representación de los canacos, ha desencadenado una ola de violencia que ha dejado al territorio sumido en el caos.
En un intento por restablecer la calma y el orden, el presidente Macron ha ordenado el despliegue de un refuerzo policial y gendarme en Nueva Caledonia.
Por vía aérea, han sido enviados 500 policías y gendarmes adicionales, quienes se sumarán a los 1.800 ya presentes en estas remotas islas del Pacífico sur.
Algunos opinan que el territorio podría estar cerca de vivir una pequeña guerra civil.
Alejandro Martínez, El Camarada del Mundo®, 15/05/2024
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