España se ha colocado en el primer puesto del campeonato europeo ganando la cuarta copa de su historia.
Durante el campeonato europeo, la Selección Masculina de Fútbol mostró un talento inolvidable para las nuevas generaciones, siendo la primera en toda la historia de la Eurocopa en lograr vencer a todos y cada uno de sus rivales sin necesidad de penaltis.
El camino a la cima.
Todo comenzó el 15 de junio en el Estadio Olímpico de Berlín, con un partido en el que España demostró una gala impresionante que dio la victoria por 3 a 0 a la nación ibérica.
Los protagonistas del encuentro fueron Álvaro Morata, que enfiló el primer disparo a portería en el minuto 29, Fabián Ruiz, que marcó el segundo tanto español solo 3 minutos después, y Dani Carvajal, que remató el resultado con un gol en el minuto 45 + 2.
En el segundo encuentro del campeonato, la selección española se enfrentó a Italia, la actual campeona de Europa, con un partido tenso e igualado, aunque con 20 tiros a puerta españoles contra los 4 italianos, finalmente España consiguió marcar, con un disparo mal ejecutado por Nico Williams que fue interceptado por Riccardo Calafiori, quien cometió por error un gol en propia puerta.
El partido contra Albania fue más tranquilo, con una victoria pro 1 a 0 de España conseguida tras un gol de Ferran Torres en el minuto 13.
El 30 de junio, España venció en octavos de final a Georgia tras una goleada de 4 a 1, con 35 oportunidades de tiro españolas.
Con goles de Rodrigo Hernández (minuto 39), Fabián Ruiz (51’), Nico Williams (75’) y Dani Olmo (83’).
En Cuartos de Final, España consiguió imponerse a Alemania, la máxima ganadora de Eurocopas hasta hoy, con 4 títulos, a la que venció con 2 a 1 gracias a un gol de Dani Olmo en el minuto 51 y de Mikel Merino en el 119’, frente al único gol teutón de Wirtz en el minuto 88.
En este partido destacaron la mano involuntaria de Marc Cucurella, no pitada por el árbitro, y la tarjeta roja de Dani Carvajal después de una fuerte entrada en el último minuto de partido contra el delantero alemán Musiala.
Fue entonces cuando España llegó a las Semifinales de la Eurocopa, teniendo como rival a Francia, el subcampeón del mundo. Teniendo ambos un partido que comenzó con la victoria francesa, un gol de Kolo Muani en el minuto 9 que subió la moral gala, pero que rápidamente, en cuatro minutos mágicos, se transformó en una ventaja española de 2 a 1 con los goles de Lamine Yamal en el 21’ y Dani Olmo en el 25’.
Y llegó la esperada final, España - Inglaterra, un partido que enfrentaba a dos equipos muy contrastados, por un lado, España, una selección que había logrado vencer a todos sus rivales, con varias goleadas y sin ningún empate. Por otro lado, Inglaterra, que había sobrevivido a base de tandas de penaltis, tiros en el último minuto, y balones largos.
La final fue reñida, aunque con un control de balón casi absoluto por parte de España, que logró encajar el primer tanto de la mano de Nico Williams en el minuto 47.
Inglaterra consiguió empatar en el minuto 73 cuando el recién incorporado al partido Palmer remató un pase directo a la meta de Unai Simón.
Cuando parecía que el partido iba a ser llevado a prórroga, Mikel Oyarzabal sumó un segundo tanto a favor de la nación hispana que entregó la victoria a la roja. La cuarta de su historia.
Álvaro Martínez, El Camarada del Mundo, 14/07/2024
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