El primer ministro británico, Keir Starmer, se ve envuelto en un escándalo por su manejo de abusos sexuales a más de 1.400 menores, tras las acusaciones de Elon Musk sobre su inacción.
El Reino Unido se encuentra en el centro de un escándalo político tras nuevas acusaciones que vinculan al actual primer ministro, Keir Starmer, con el encubrimiento de abusos sexuales a menores durante su tiempo al frente de la Fiscalía de la Corona (CPS, por sus siglas en inglés). Las críticas se centran en el manejo de casos de explotación sexual infantil en varias ciudades británicas entre 2010 y 2014, que involucran a bandas organizadas que abusaron de cientos de menores en localidades como Rotherham, Rochdale y Derbyshire.
Aunque las investigaciones de los crímenes comenzaron en el periodo posterior a la gestión de Starmer como fiscal jefe, las recientes declaraciones del multimillonario Elon Musk han reavivado el debate. En sus comentarios a través de la red social X (antes Twitter), Musk acusó a Starmer de haber “permitido” que los responsables de estos abusos quedaran impunes durante su mandato. Según el magnate, la inacción de las autoridades bajo la supervisión de Starmer facilitó que estos grupos operaran con impunidad, lo que provocó un daño irreversible a las víctimas.
Los abusos a menores en el Reino Unido entre 2010 y 2014 afectaron principalmente a niñas vulnerables, muchas de ellas bajo el cuidado del sistema de protección social. Los casos, que involucraron principalmente a hombres de origen paquistaní, fueron inicialmente minimizados por las autoridades locales, lo que permitió que los crímenes pasaran desapercibidos durante años. Sin embargo, a raíz de informes como el de la investigación de 2022, se estableció que cerca de 1.500 víctimas fueron sometidas a explotación sexual, lo que ha generado una fuerte condena social y política.
En respuesta a las acusaciones, Starmer ha defendido su actuación durante su tiempo al frente de la Fiscalía de la Corona. El primer ministro afirmó que bajo su liderazgo, el CPS promovió una serie de enjuiciamientos contra los perpetradores de estos crímenes y fue clave para el impulso de revisiones en el sistema judicial para asegurar que tales casos no quedaran impunes. A pesar de ello, se ha visto obligado a enfrentar la creciente presión tanto desde la oposición como de figuras internacionales como Elon Musk.
La controversia ha alcanzado una dimensión global, con tensiones diplomáticas crecientes entre el Reino Unido y Estados Unidos. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido uno de los primeros en alzar la voz, condenando la difusión de desinformación por parte de Musk y advirtiendo sobre los peligros de su injerencia en los asuntos internos de otros países europeos.
Aunque el gobierno de Starmer ha acusado a Musk de «difundir mentiras» los expertos advierten sobre el impacto que estos escándalos podrían tener en la política interna del Reino Unido. La cuestión sobre la responsabilidad de las autoridades judiciales durante esos años sigue siendo uno de los puntos más sensibles, ya que podría afectar la percepción pública de la gestión del actual primer ministro en su lucha contra el crimen y la corrupción en el país.
Es un contexto complicado relacionado con la alta inmigración en Reino Unido proveniente de países orientales y la corrupción de las fuerzas de justicia y el gobierno, que podría derivar en problemas para Musk, o una desestabilización aún mayor del sistema político del Reino Unido.
Álvaro Martínez, El Camarada del Mundo®, 07/01/2025.
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