El avance imparable del M23 ha desatado una crisis humanitaria y diplomática sin precedentes en la República Democrática del Congo.
La República Democrática del Congo (RDC) enfrenta una de las crisis más graves de su historia reciente, con el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) avanzando agresivamente hacia la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte y su ejército sufriendo cada vez más bajas.
En los últimos días, el M23, con respaldo del ejército ruandés, ha intensificado su ofensiva en el este de la RDC. Según informes, entre 3.000 y 4.000 soldados ruandeses han cruzado la frontera para apoyar a los rebeldes en su intento de capturar Goma. Este movimiento ha sido confirmado por fuentes de la ONU y ha sido denunciado como violación de la soberanía.
La ofensiva ha provocado el desplazamiento de más de 250.000 personas en la última semana, sumando un total de 400.000 desplazados en la región. Las condiciones para estos desplazados son precarias, con escasez de alimentos, agua y refugio adecuado. Organizaciones humanitarias han advertido sobre una posible catástrofe si no se brinda asistencia inmediata.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado las hostilidades y ha instado al M23 a cesar sus operaciones y retirarse de las zonas ocupadas. Además, ha pedido a Ruanda que retire sus tropas de la región y cese su apoyo al grupo rebelde.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también ha solicitado el fin de la ofensiva y la retirada de las fuerzas ruandesas, defendiendo la soberanía de la RDC y mencionando que una caída de Goma podría causar una crisis aún más profunda en la región.
El gobierno de la RDC ha acusado formalmente a Ruanda de haberle "declarado la guerra" al enviar tropas para apoyar al M23. Ha roto relaciones diplomáticas con Kigali y ha solicitado sanciones internacionales contra Ruanda por su implicación en el conflicto.
Goma es una ciudad estratégica y es el centro económico del este de la RDC. Las fuerzas del M23 han anunciado la toma de la ciudad de Goma tras acabar el plazo de 48 horas anunciado el 25 de enero.
Este avance ha sido confirmado por el Ejército de Uruguay, que cuenta con cientos de efectivos desplegados en la región como parte de la misión de paz de la ONU, MONUSCO. En un comunicado, las fuerzas uruguayas informaron sobre la rendición de un centenar de militares congoleños, quienes ahora permanecen bajo custodia en una de sus bases, aguardando su proceso de desarme, desmovilización y reintegración (DDR). Las imágenes compartidas muestran a soldados depuestos y civiles que se han congregado en busca de refugio y protección.
“La base militar está rodeada de civiles que buscan protección ante el avance del M23. Nuestros efectivos están brindando primeros auxilios a las personas heridas y garantizando la seguridad de todos los presentes”, reza el comunicado de las fuerzas uruguayas.
La caída de Goma en manos del M23 podría tener consecuencias devastadoras para toda la región de los Grandes Lagos y para la población nativa de Kivu, poniendo contra las cuerdas al gobierno central de la RDC.
Francisco Segovia, El Camarada del Mundo®, 27/01/2025.
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