La provincia argentina de Salta ha iniciado un proceso de licitación para construir una cerca de 200 metros cerca de la frontera con Bolivia, como parte de un plan del gobierno de Javier Milei para reforzar el control fronterizo y frenar el tráfico de drogas y mercancías ilegales.
La provincia argentina de Salta ha iniciado un controvertido proceso de licitación para la construcción de una cerca de 200 metros de largo y 2,5 metros de alto, ubicada cerca de la frontera con Bolivia. Este proyecto forma parte de los esfuerzos liderados por el presidente Javier Milei para frenar el narcotráfico, la inmigración ilegal y el contrabando en la región fronteriza, pero ya ha generado tensiones diplomáticas con el vecino país, cuya Cancillería ha expresado su "preocupación" y ha llamado a resolver los problemas fronterizos a través de canales diplomáticos.
La cerca será levantada en Aguas Blancas, una pequeña localidad en el departamento de Orán, conocida por su proximidad a la frontera boliviana y su alta actividad comercial. La barrera estará ubicada en una zona de “tierra de nadie”, entre la terminal de autobuses y la oficina de inmigración, reemplazando un pequeño muro de contención que, según las autoridades locales, era fácilmente superado por personas que evitaban los controles migratorios.
El alcalde interino de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, ha justificado la construcción de la cerca como una medida necesaria para recuperar el control de la frontera. En declaraciones a Radio Mitre, Zigarán ha asegurado que la situación previa era "un caos total" y ha descrito cómo la gente solía saltar el muro para evitar el procesamiento de inmigración. "No sé por qué esta cerca está provocando tanta controversia", añadió el funcionario, haciendo referencia a las críticas recibidas tras el anuncio.
El proyecto ha sido impulsado por el Ministerio de Seguridad Nacional como parte de un plan más amplio para reforzar las fronteras en el norte del país. Según el gobierno federal, Aguas Blancas es un punto estratégico en el tráfico de cocaína y contrabando de mercancías como neumáticos, ropa y productos electrónicos. Zigarán ha mencionado también que los constantes viajes de argentinos a Bolivia para comprar productos más baratos están dañando la economía local de Salta, especialmente en sectores como el comercio minorista.
La reacción desde Bolivia no se ha hecho esperar. La Cancillería boliviana emitió un comunicado expresando su inquietud por el impacto de la cerca en las relaciones bilaterales y en la "coexistencia pacífica" entre ambos países. El gobierno boliviano también enfatizó que los problemas fronterizos deberían ser tratados mediante el diálogo y no con medidas unilaterales que podrían generar conflictos o malestar entre las comunidades que habitan en ambos lados de la frontera.
La decisión de construir la cerca ha generado opiniones divididas entre los habitantes de la región. Mientras algunos ven la medida como un paso necesario para frenar las actividades ilegales, otros temen que afecte negativamente a las comunidades locales que dependen del comercio informal para subsistir.
El contrabando y los viajes de compras a Bolivia son una realidad cotidiana en Aguas Blancas, donde miles de personas cruzan la frontera cada mes para aprovechar los precios más bajos del lado boliviano, así como bolivianos que cruzan con intención de inmigrar a Argentina. Esto afecta a la economía de la zona, pues los comerciantes locales enfrentan dificultades para competir con los productos que ingresan de manera ilegal desde Bolivia.
Álvaro Martínez, El Camarada del Mundo®, 28/01/2025.
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