Los jóvenes españoles ya no quieren formar familias

Publicado el 3 de febrero de 2025, 19:41

Según un estudio reciente, apenas un 16% de los jóvenes, de media, viven con sus parejas, así como los datos muestran una preocupante tasa de natalidad, mientras los españoles prefieren enfocarse en ellos mismos o tener relaciones momentáneas en lugar de asentarse con una pareja y formar una familia.

Cada vez son más los jóvenes españoles que deciden esperar antes de vivir en pareja. Según los últimos datos de Funcas, las cifras de convivencia en pareja entre personas jóvenes han caído a niveles históricos. En 1970, un 85% de las mujeres y un 81% de los hombres entre 30 y 34 años vivían emparejados. Sin embargo, estas cifras han ido descendiendo constantemente hasta alcanzar mínimos históricos en 2022, apenas un 32% y 43% respectivamente.

El estudio también revela un preocupante cambio en los más jóvenes. En el caso de las mujeres de entre 25 y 29 años, en 1970 la mayoría vivían emparejadas, 73% concretamente. Actualmente, apenas dos de cada diez mujeres en ese rango de edad están en pareja. En cuanto a los hombres, la cifra es aún más baja, con solo uno de cada diez hombres de esa edad viviendo en pareja hoy en día.

Muchos jóvenes consideran que vivir con una pareja es un compromiso demasiado grande y prefieren esperar. De hecho, uno de cada cuatro españoles asegura que se siente demasiado joven para dar ese paso. “Vivir con una pareja es algo muy importante, y lo asocian más con una etapa de la vida más madura”, aseguran desde el estudio.

Según algunos, el precio de la vivienda ha condicionado enormemente las decisiones de los jóvenes, que, en su mayoría, priorizan su independencia y sus aspiraciones profesionales antes que compartir gastos con una pareja. La convivencia se ve asociada a tener que sacrificar demasiados aspectos personales.

El estudio también muestra que los jóvenes españoles son de los europeos que más tardan en emanciparse de casa, cerca de los 30 años. Y cuando lo hacen, no lo hacen con el propósito de formar una familia, sino por motivos de autonomía y crecimiento personal. De hecho, muchos jóvenes reconocen que, a pesar de no convivir con su pareja, siguen compartiendo su vida amorosa de otras formas, sin compromiso.

Uno de los aspectos más llamativos es que, mientras la convivencia se retrasa, también lo hace la natalidad. La falta de tiempo para formar una familia debido a los retrasos en la convivencia y el compromiso ha impactado en la tasa de natalidad. A pesar de ello, la mayoría de los jóvenes que no tienen hijos, aseguran que sí querían tenerlos en algún momento de sus vidas.

La falta de compromiso y el miedo al cambio están impulsando una generación que prefiere disfrutar del amor y de sus relaciones sin las "presiones" de compartir una casa o formar una familia.

 

Diego Córdoba, El Camarada del Mundo®, 03/02/2025.

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