La decisión del gobierno argelino de dejar de proporcionar armamento al Frente Polisario supone un duro golpe para la organización saharaui y evidencia un posible cambio en la política de Argel hacia el conflicto del Sáhara Occidental.
El Frente Polisario atraviesa uno de sus momentos más críticos tras el anuncio de Argelia de suspender el suministro de armas a la organización saharaui. Esta decisión, que marca un punto de inflexión en la relación entre Argel y el Polisario, se suma a una serie de acontecimientos recientes que han puesto en evidencia crecientes tensiones en los campamentos de refugiados de Tinduf.
Según informaciones del medio marroquí Yabiladi, el dirigente del Polisario, Bachir Mustapha Sayed, criticó abiertamente la postura de Argelia durante una reunión interna de su secretariado. Se filtraron extractos de audios en los que el hermano del fundador del Frente reconocía que el gobierno argelino "no quiere que la guerra con Marruecos supere un cierto límite que sería perjudicial para sus propios intereses".
La suspensión del suministro de armas no es un hecho aislado. En los últimos días, las autoridades argelinas han interceptado a un grupo de jóvenes saharauis que buscaban oro en la frontera con Mauritania, lo que ha sido interpretado como una señal de endurecimiento en la política de control sobre los refugiados. Además, las agresiones sufridas por estudiantes saharauis en la ciudad de Mechriya a manos de argelinos han aumentado la preocupación por la falta de protección por parte de Argelia.
Ayer mismo, las fuerzas saharauis protagonizaron enfrentamientos armados con el ejército y la gendarmería argelina cerca de Tinduf, dejando heridos de ambos bandos.
La vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha fortalecido la posición de Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental, un país que desde 2004 goza del estatus de aliado estratégico de Washington fuera de la OTAN.
El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, ha mostrado señales de acercamiento a la nueva administración estadounidense y ha evitado respaldar un escalamiento militar en la región. Bajo la presión de la comunidad internacional y con el senador republicano Joe Wilson calificando al Polisario de "organización terrorista", Argelia parece estar reconsiderando su papel en el conflicto.
Si bien Argelia ha sido el principal apoyo del Polisario desde los años 70, la situación actual plantea dudas sobre el futuro de esta relación. La pérdida de influencia de Argelia en la escena internacional, unida a sus propias dificultades económicas y políticas, podría estar empujando al país a tomar distancia del conflicto saharaui.
Mientras tanto, en los campamentos de Tinduf, la incertidumbre crece. La falta de recursos, las restricciones impuestas por Argelia y la sensación de abandono por parte de su histórico aliado han generado malestar entre los refugiados. Algunos analistas no descartan que la crisis en Tinduf sea solo el principio de un giro mayor en la política argelina, que podría redefinir el equilibrio de fuerzas en la región.
Francisco Segovia, El Camarada del Mundo®, 07/02/2025. ⌂⌂
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