Los rebeldes del M23 han ocupado la ciudad congoleña de Bukavu sin enfrentar resistencia del Ejército. Mientras tanto, el jefe del Ejército de Uganda amenaza con asaltar la ciudad de Bunia tras la masacre de más de 80 personas en Djugu a manos de la milicia CODECO.
La ciudad de Bukavu, capital de la provincia de Kivu Sur, en la República Democrática del Congo (RDC), ha caído en manos del grupo rebelde M23 sin oposición por parte del Ejército congoleño, que abandonó sus posiciones antes de la llegada de los insurgentes, según informó la emisora Radio Okapi.
Antes de tomar la ciudad, el M23 se hizo con el control del aeropuerto de Kavumu, la principal infraestructura aérea de la región, situada a 20 kilómetros de Bukavu. La ofensiva rebelde, que se ha intensificado desde el martes, se ha justificado con acusaciones contra el Ejército congoleño y sus milicias aliadas por supuestas "atrocidades" contra la población civil.
Con esto, el M23 ya controla las capitales de Kivu Norte y Kivu Sur, además de las principales vías de transporte y varias poblaciones en toda la región.
El presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, ha denunciado las acciones "expansionistas" de Ruanda y ha instado a la comunidad internacional a intervenir para evitar un conflicto regional.
Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de la mitad de los grupos de ayuda en Kivu Sur no pueden llegar a las personas necesitadas debido a la inseguridad y los desplazamientos forzados. En Kivu Norte, donde el M23 tomó la capital, Goma, a finales de enero, la destrucción de hospitales y el hacinamiento en los centros sanitarios han aumentado el riesgo de propagación de enfermedades como cólera, malaria y sarampión.
Ruanda acusa a la República Democrática del Congo de respaldar a grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas por hutus que huyeron tras el genocidio de 1994, mientras que la RDC denuncia que Ruanda financia y arma al M23, con la ONU confirmando entradas de soldados ruandeses y suministros en las fronteras congoleñas para apoyar a los rebeldes del M23.
Según informes de la ONU, la escalada de violencia ha dejado casi 3.000 muertos y 2.880 heridos desde el inicio de la ofensiva en 2022, cuando el M23 reanudó su insurgencia tras un acuerdo de paz firmado en 2013.
Sumado a esto, el jefe del Ejército de Uganda ha amenazado con asaltar la ciudad congoleña de Bunia si no cesan los ataques étnicos en la región de Ituri.
La advertencia del general, hijo del presidente ugandés Yoweri Museveni, llega después de la masacre perpetrada esta semana en el territorio de Djugu por la milicia Cooperativa para el Desarrollo del Congo (CODECO), en la que murieron más de 80 personas.
CODECO está compuesta por miembros de la comunidad lendu, enemistados históricamente con los bahema (o hema, en plural). Entre 1999 y 2007, ambas comunidades protagonizaron un conflicto por derechos de pastoreo y representación política, que dejó cerca de 50.000 muertos en una región ya devastada por la presencia de múltiples grupos armados.
"Les doy exactamente 24 horas a todas las fuerzas en Bunia para que depongan las armas", advirtió el general en su cuenta de X. "Si no lo hacen, serán declarados nuestros enemigos y los atacaremos (...) ¡Nadie en esta tierra puede matar a mi pueblo y pensar que no sufrirá por ello!".
Francisco Segovia, El Camarada del Mundo®, 15/02/2025.
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