Bajo el estruendo de cazas israelíes, Hezbolá exhibe su fuerza mientras el nuevo gobierno libanés toma distancia del grupo chií.
Desde la madrugada, miles de personas se congregaron en el estadio de la ciudad deportiva de Beirut para despedir a Hasan Nasrallah, el líder de Hezbolá de las últimas tres décadas. El funeral, al que asistieron cerca de un millón de personas, según fuentes de seguridad, se convirtió en una demostración de poder del partido-milicia.
La ceremonia tuvo su momento de máxima tensión cuando cinco cazas israelíes sobrevolaron la zona a baja altitud. La multitud respondió con gritos de "¡Muerte a Israel!" Y "¡A tus órdenes, Nasralá!".
Nasralá lideró la organización desde 1992 y fue un personaje principal en la retirada israelí del sur del país, así como en la guerra de 2006 contra Israel, pero también en el respaldo a Bashar al Assad en la guerra siria y en la política interna libanesa.
Pese a la magnitud de la despedida, el nuevo gobierno libanés de Joseph Aoun y el primer ministro Nawaf Salam evitó participar en el acto. La tensión también se ha visto reflejada en la suspensión de vuelos entre Teherán y Beirut, tras las acusaciones israelíes de que Irán utiliza estas rutas para financiar al grupo chií.
El nuevo líder de Hezbolá, Naím Qasem, aseguró en su discurso que la organización mantendrá su lucha: "No nos retiramos ni nos debilitamos. La resistencia sigue en pie". Entre las ruinas del Dahie, el bastión chií de Beirut, las pancartas lo confirmaban: "Nasralá nos guió, nosotros seguimos".
Francisco Segovia, El Camarada del Mundo®, 24/02/2025. ⌂⌂
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