Ambos gobiernos acusan a la Organización Mundial de la Salud de fallos estructurales y convocan a países afines a construir un nuevo modelo de salud pública.
Estados Unidos y Argentina han anunciado de forma conjunta su retirada de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya había sido pronunciada hace un tiempo, al tiempo que llaman a otras naciones a sumarse a una nueva alianza global que, según afirman, estará centrada en la "soberanía nacional, la integridad científica y la dignidad humana".
La decisión fue oficializada el pasado martes, 27 de mayo, mediante una declaración conjunta firmada por el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Robert F. Kennedy, Jr., y el ministro de Salud argentino, Mario Lugones. Ambos funcionarios argumentaron que la OMS ha perdido legitimidad y eficacia tras una gestión "deficiente y politizada" de las crisis sanitarias globales, especialmente durante la pandemia de covid-19.
«No podemos seguir siendo parte de una institución que ha fallado repetidamente en su responsabilidad de proteger la salud de las personas», señala el documento. «Es hora de un nuevo paradigma basado en la evidencia, la rendición de cuentas y el respeto por la soberanía de cada nación».
El texto denuncia lo que califica como "graves carencias" en el funcionamiento de la OMS, apuntando a una gestión "opaca y alejada de los principios científicos fundamentales". Según los firmantes, el organismo internacional ha sido incapaz de actuar con la urgencia, independencia y rigor necesarios en momentos críticos, lo que erosionó la confianza pública y debilitó la respuesta global ante emergencias sanitarias.
Ambos países aseguran que el nuevo proyecto en el que trabajan pretende aglutinar a Estados democráticos comprometidos con un enfoque sanitario centrado en los resultados y la cooperación voluntaria, y no en “mandatos centralizados o agendas politizadas”.
«Bajo la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos está restaurando un enfoque soberano y orientado a resultados. Argentina se suma con la convicción de que la salud pública debe guiarse por la ciencia, la innovación y la transparencia», afirma la declaración.
El anuncio ha generado un fuerte impacto político y diplomático, especialmente por la implicación directa de dos gobiernos que anteriormente habían mantenido vínculos estrechos con los organismos multilaterales de salud. El nuevo bloque que proponen no tiene aún un nombre oficial ni una estructura definida, pero los promotores aseguran que en las próximas semanas se anunciarán los primeros países adherentes y las bases de esta “alianza por la salud del siglo XXI”.
Por ahora, la OMS no ha emitido una respuesta formal al anuncio, aunque fuentes diplomáticas en Ginebra consultadas por diversos medios han expresado "preocupación por el precedente" y por la posible fragmentación de la cooperación sanitaria internacional en un contexto global aún vulnerable a nuevas pandemias y emergencias.
Anónimo, El Camarada del Mundo®, 30/05/2025.
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