La economía argentina mantiene el crecimiento con fuerza y reduce la pobreza mientras el PIB per cápita alcanza el máximo en 20 años

Publicado el 9 de julio de 2025, 13:37

Argentina comienza a recoger frutos de su giro económico con el Gobierno de Javier Milei: la economía ha crecido un 5,8% interanual en el primer trimestre de 2025, la pobreza se redujo del 45% al 38% y el PIB per cápita en dólares ha alcanzado su nivel más alto en dos décadas, impulsado por la estabilización del peso y un fuerte repunte del consumo privado.

Argentina empieza a dejar atrás el largo período de estancamiento e inestabilidad económica que ha marcado gran parte de su historia reciente. Según datos del Ministerio de Economía, el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita en dólares corrientes alcanzó en el primer trimestre de 2025 los 15.161 dólares anuales por habitante, el nivel más alto desde que comenzaron los registros comparables en 2004.

Este fuerte repunte tiene varias explicaciones. Por un lado, la economía argentina consolidó en el primer trimestre un crecimiento interanual del 5,8%, liderando el avance del PIB entre los principales países latinoamericanos. Por otro, la fuerte apreciación del peso frente al dólar ha elevado notablemente el PIB medido en moneda dura. Al ajustar el dato por el índice de precios constantes de 2004, el PIB per cápita se ubicó en 12.221 dólares, también el mayor en 22 años.

Todo esto sucede mientras el país implementa un ambicioso plan de austeridad que ha recortado el gasto público en cinco puntos del PIB, una estrategia que, lejos de frenar la actividad, ha coincidido con un rebote económico robusto tras la profunda crisis heredada del kirchnerismo. «El gran reto del año 2025 era la liberación casi total del cepo, y se ha cumplido mientras la economía ha seguido creciendo con fuerza», explica el economista Daniel Fernández, de la Universidad Francisco Marroquín. «Hoy el PIB de Argentina ya es un 4% superior al de 2023, pese al severo ajuste fiscal y monetario».

Otro dato significativo que acompaña esta recuperación es la evolución de la pobreza. Según el INDEC, la tasa de pobreza bajó del 45% en el primer semestre de 2024 al 38% en la primera mitad de 2025, es decir, 3,2 millones de personas, gracias al crecimiento del consumo privado (que se expandió un 11,6% interanual en el primer trimestre) y a la recuperación parcial del salario real tras el shock inflacionario inicial.

La desinflación ha sido clave para este proceso. Luego de que la inflación mensual alcanzara el 23% en diciembre de 2023, tras la fuerte devaluación que corrigió distorsiones cambiarias históricas, la tasa mensual cayó al 1,5% en mayo de 2025. Este enfriamiento ha permitido recuperar parte del poder adquisitivo y sostener el nuevo tipo de cambio real.

El crecimiento se ha sustentado no tanto en el empleo, que apenas subió un 1,3% en el último año, sino en una mayor productividad laboral tras el impulso de la iniciativa privada y la rebaja de restricciones. La apertura comercial y la liberalización del tipo de cambio también han dinamizado sectores exportadores, desde el agroindustrial hasta la energía.

La inversión privada también muestra señales de reactivación, especialmente en construcción y bienes de capital. El déficit fiscal primario se ha reducido drásticamente contribuyendo a la estabilidad del peso.

Según los analistas económicos, el crecimiento podría moderarse a finales de 2025 si no se consolida un ciclo de inversión productiva como hasta ahora, sumado a esto, Argentina debe seguir trabajando para reducir la pobreza, que sigue superando el 35% y debe estabilizar los salarios para alcanzar una mejor calidad económica general.

Para el Gobierno de Javier Milei, estos datos suponen un respaldo a su estrategia liberalizadora. Para muchos argentinos, sin embargo, el reto es que la recuperación llegue a los bolsillos de manera física y rápida.

 

Francisco Segovia, El Camarada del Mundo®, 09/07/2025.

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