El Banco de Inglaterra ha decidido recortar los tipos de interés al 4 %, en una medida inusual marcar por una fuerte división interna: la votación ha cerrado con cinco miembros a favor del recorte y cuatro en contra. Esta es la quinta reducción consecutiva en lo que va de año con la intención de aliviar la presión fiscal, aunque de nuevo, ignorando las advertencias sobre el repunte de los precios.
Junto a los recortes de interés, las previsiones de inflación para septiembre se han elevado hasta el 4 %, impulsadas por el aumento de los precios de alimentos y energía. Varios miembros del comité de política monetaria han anunciado su temor frente a una nueva ola inflacionista exigiendo un "enfoque más conservador". Moody’s, Capital Economics e ING coinciden en que los próximos recortes serán graduales y dependerán de cómo evolucione la inflación y otros indicadores económicos.
Según Reuters, los mercados nacionales e internacionales han mostrado "signos de optimismo", respaldados también por otras señales positivas como los resultados de Apple y un posible recorte de tipos en EE.UU. por parte de la Reserva Federal
A esto se suma el anuncio de Donald Trump, que ha activado nuevos aranceles "recíprocos" sobre múltiples socios comerciales, incluyendo un 39 % sobre Suiza y un 50 % acumulado sobre India.
Para los hogares, un recorte como el llevado a cabo hoy supone una ligera reducción del coste de los préstamos y las hipotecas, aunque el efecto puede verse contrarrestado si aparece un aumento en la factura de alimentos y energía. En el sector empresarial, el entorno de tipos más bajos podría estimular la inversión, especialmente en sectores sensibles al coste del crédito como la construcción o el inmobiliario, aunque no sin los riesgos comunes de ambos sectores.
Anónimo, El Camarada del Mundo®, 07/08/2025.
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