¿Qué es la vida?

Podría decirse, que es un "aprender a aprender", a proseguir, a afirmarnos en nuestros propios valores, a permanecer firmes y actuantes. Cada vez que nos detenemos, la vida nos da una vuelta que nos reconduce, antes o después, al mismo punto... para que aprendamos a definirnos en ese propósito de continua actuación, de repercusión en el mundo. Y escribo "continuidad", y no "constancia" en su lugar; porque a diferencia de la constancia, la continuidad no consiste en un proceso de multitud de pruebas y errores, o de reanudaciones y pausas. Sino que basta con entender el concepto de estar siempre activo, vivo, enérgico aún con tus declives (mas no con tus desistencias y ceses), para pasar al otro lado o cara de la experiencia... una más alegre y positiva. Porque con los actos, indudablemente producirás declives; pero desde el declive, solo puedes ir descendiendo más y más. O en otras palabras, si bien la vitalidad y positivismo actuante incluye a su contraparte; dicha contraparte negativa excluye por su misma naturaleza a toda posibilidad de levantarse.
Es en el código más básico de todos, a saber, el del lenguaje binario; que se nos explican las dos únicas posibilidades, a partir de las cuales se construye dicho lenguaje; y todos los otros sistemas de lenguajes o creaciones más complejos a este (ya que, para que el triángulo, la forma geométrica más fundamental, se forme, precisa de al menos dos polos o extremos): 1 y 0. Lo cual en palabras muy simples, vendría a significar "positivo" y "negativo" respectivamente; pero que en realidad alude a apertura e interrupción de flujo de manera igualmente respectiva.